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martes, 25 de febrero de 2014

Doblete Lubinas.

Por fin se acabaron los exámenes, y con ello otra vez vuelvo a disponer de tiempo para poder pescar y también escribir algo, al menos estas primeras semanas de cuatrimestre. Así os relataré lo que me deparó esta jornada mañanera.. Tras salir de un examen con la cabeza como un bombo necesitaba despejarme, y que mejor manera que clavando las cañas en la arena aunque solo fuesen unas horitas. La marea cuadraba bien, y las condiciones eran propicias, así que no me lo pensé, saqué un choco del congelador y me acosté pronto, para intentar coger el amanecer. A las 5:30 ya estaba en la playa y a las 6 las cañas en el agua. No llevaban las cañas en el agua ni 15 minutos cuando una de ellas se retorció, empezando a escupir pelo a intervalos muy cortos, lo que me hacía presagiar una buena pelea, cuando llegué a la caña seguía tirando y se había ido bastante hacia la izquierda, tras dar el cachete me dí cuenta de la clase de animal que se trataba y es que era bastante grande. Tras unos  minutos disfrutando de la batalla consigo meter el puente, cosa que tuve que hacer unas cuantas veces, con la mala suerte que en una de las carreras laterales se enganchó una gran maraña de hilos de los trasmallos con sus respectivas boyas y cuerdas, así que pasó lo que más temía, y en uno de los cabezazos el hilo del 0.22 cedió por el roce con las cuerdas y en uno de los cabezazos partió, dejándome con cara de tonto, y es que el pez era muy muy bueno, sospecho que robalaco xxl o alguna corvina ya de las buenas por los cabezazos tan burros que daba. Totalmente mosqueado estuve a punto de recoger, y es que es el segundo gran pez que pierdo este invierno. Mala suerte, otra vez será.


Con más resignación que ganas y tras unos minutos sentado pensando que hacía, cambié la bobina, encarné un buen cebo  y seguí pescando.

 A eso de las 7:00 am veo una caña destensada y cuando la cojo en la mano un fuerte tirón me dice que tengo un buen pez al otro lado de la línea, tras una bonita pelea, digna de su talla, este precioso róbalo quedó a mis  pies con la ayuda de una ola. Siento la calidad de la foto, pero la noche,  la humedad, solo y el automático de la cámara no dan para más jeje.





Al final mereció la pena quedarse, aunque no se me iba de la cabeza el pez perdido. Tras lanzar la caña, foto de rigor con el automático y a la nevera. Tras unos minutos bajo el paraguas refugiado de un breve chaparrón voy a revisar las cañas y mientras me dirijo a ellas veo una caña amorrando y marcando picada, cuando llegué a la caña hilo en banda y a andar tras ella, tras recogerle todo el hilo que había dejado suelto,  clavo y compruebo que ella sola se había venido a la misma rompiente, en esta ocasión ella misma en su afán de buscar la rompiente para intentar zafarse del aparejo se vio sorprendida por una ola que la echó fuera, dejando la segunda buena pieza de la jornada justo cuando empezaba a despuntar el día.


Tras esta preciosa captura aguanté un par de horas más hasta las 10 de la mañana momento en el que recogí los bártulos y puse rumbo a casa para cambiar las cañas por los apuntes. 
Así que me fui con muy buen sabor de boca por el doblete conseguido, por fin este invierno tocaba algún gran labrax, después de algún bolo y peces medianetes. Me despido de vosotr@s esperando que os haya gustado y os haya echo pasar un rato ameno, deseando se vuelvan a dar buenas condiciones para salir a buscarlos.




lunes, 17 de febrero de 2014

Nuevos reclutas

Os enseño  los nuevos señuelos que he adquirido, un Hidro popper, un Sammy, ambos en sus tamaños grandes, un Zenit Z-clawn,  y dos tide minows, a ver esta semana habrá que mojarlos, ya os contaré que tal se portan ahora que tengo un poco de más tiempo, aunque las primeras impresiones son muy muy buenas.